14 de noviembre de 2008

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE VAUQUITA

Una de las cosas por las que debemos sentirnos felices de vivir en esta época de la historia es esta golosina de nombre perfecto.

Hablo desde una generación que nació después del gatillo fácil de Mark Chapman y que se perdió los mejores años de Maradona, pero que puede golpearse el pecho sabiendo que su vida va a transcurrir entre dos fechas que contienen a este tesoro de un peso con cincuenta.

Arriesgo que la dulzura (que empieza ya desde su nombre) radica en la letra "U" de Vauquita. Si se llamara Vaquita no sería lo mismo. Y si recuerdan la "Vaquerita", que era el mismo producto pero con otro nombre, van a saber que fracasó por esta variante de la pronunciación.
Además, la fuerza de empezar con "V" corta, la "A" como primera vocal, como avisando que vamos a decir algo importante, y ese final en diminutivo, es casi un acto de humildad de la propia golosina que no nos quiere decir que le rompe el orto a cualquier otra.

El acto de comer una Vauquita contiene una felicidad tal que que podría ser una leyenda en los paquetes, al estilo "Fumar es perjudicial para la salud, ley 23.344", pero en positivo.
Cuando tengo una cerca, me conmueve cualquier tipo de ruego y si estoy en la calle soy sordo a cualquier insulto o a la contaminación sonora. Cuando como una Vauquita, siento que los otros 4 sentidos me sobran.
Podrán apropiarse de mi jubilación, aumentarme el alquiler o "adelantarme" las vacaciones, pero si me sacan la Vauquita voy a Plaza de Mayo.

Cuando apareció la versión XXL, pensé que la evolución de lo dulce había llegado a su fin y que yo estaba acá para presenciarlo, como un hecho histórico sin dudas a la altura de la aparición del Jazz-rock o de la minifalda. Encima, a un precio ridículo de ¡¡4 pesos!!, que si la comparamos por su peso, es equivalente a 6 de las chiquitas que salen 1,50...hagan la cuenta.

Por si fuera poco, el paquete dice que es apto para celíacos y hasta tiene una banderita argentina como para que además de con el estómago feliz, la Vauquita nos deje esa inconfundible sensación de "cómprele al país".


Este texto nació cuando leí este otro...
http://caradetodo.blogspot.com/2008/10/cara-de-amor-eterno.html

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18 comentarios:

AYE dijo...

Me parece muy correcto que hayas citado la fuente. Este post fue como haber citado una nota de otro lugar.
Saludos!

De Tal Palo dijo...

Se me hizo agua la boca.
Tomé la costumbre de dejar a la vauquita en la heladera. Queda mas durita, probalo y morí de amor.

Inés Lerda dijo...

admiro el amor que tienen por la vauquita. a mí no me pasa, yo prefiero el marroc.

vero dijo...

no se puede creer el amor que sentis al hablar de la vauquita.A mi me pasa .Debo confesar que en estos dias espero al carrito de helados que pasa por el instituto(justo a las 3 de la tarde) para degustar el helado y cuando comienzo a degustarlo esos minutos son hermosos y no existe nadie mas,solo yo y mi helado!

AYE dijo...

Doy fe de que el tiempo de felicidad de Vero con su helado no es más que 55 segundos. Lo devora.
Y si está con sus hijas, les toma el helado a ellas.

MQDLV dijo...

comparto: la vauquita está dentro del top five de las golosinas, junto con el tofi, el alfajon bon o bon, el olvidado tubi 4 y el feeling. ¿No probaron el feeling? ah, nah, no saben lo que se pierden. che, siguiendo no podemos leer un texto sobre la milansa a la maryland? gran plato gran de la infancia. digo, por si seguimos con el tema culinario!

Princesa Turquesa dijo...

El Tofi primero, sin dudas...con ese temazo en la publicidad -quién no jugó al casting del Show del Clío???-. Me sumo a la lerda de Inés con el Marroc -en una época mi mejor amigo me regalaba uno cada vez que íbamos al cine, después consiguió novia, y vieron cómo es...- y no puedo dejar afuera al Snickers, los paragüitas y el Jack -el último que comí me trajo 1 Barney de colección!-.

MQDLV dijo...

ah, me olvidaba, no sé si ustedes comían, pero cuando yo era chica, en el quiosco de la esquina vendían las llamadas bananitas: unos caramelitos o confites o no se qué, negros, rellenos de una crema como de azúcar. una cosa de locos!

PABLO U dijo...

Esta antología de las golosinas de los 80 me trae mucha nostalgia. El kiosco de mi abuela (Que en esa época todavía se escribía Quiosco), las bananitas, las gomitas y las mielcitas que siempre me pregunto de qué habrán estado hechas.

Tomás dijo...

La Vaquerita sólo se vendía en Ituzaigó. Lo sentimos, pero no tenemos idea de qué mierda estás hablando. A Capital nunca llegó.

Hay que recordar golosinas? No sé vos, pero yo en quinto grado me llevaba el frasco grande de Tang de naranja y me lo morfaba con el dedo, con 4 amigos, atrás de un árbol, mientras uno hacía de campana por si venía la maestra y había que descartar...

Anónimo dijo...

otra gran golosina, y la cual comi durante todo mi embarazo, luego de haberlas encontrado en un perdido kiosco de Lanus, son los bocaditos Holanda.
estos y la vauquita se llevan los aplausos.
besos U.

MQDLV dijo...

uh, yo escribí quiosco y no kiosco. eso delata que soy de llos 80? las mielcitas, un gran recuerdo! una cosa química que deglutíamos sin paz. con esto me despido: digo que, si se trata de hablar de cosas que comíamos cuando niños, yo quiero decir que el mejoralito era el mejor postre!!! salutos!

Florencia K. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Florencia K. dijo...

Yo no soy de la época de la Vauquita...será por eso que no soy fana de lo dulce!??! lo unico que te pido pablo es lo sigiuente: SI TENEMOS LA SUERTE DE VOLVER A CRUZARNOS EN ALGUNAS VACACIONES...ESTAR EN EL AUTO DE MARIAN Y DESORIENTADOS...NO PIENSES QUE EL SIMPLE CARTEL DE ESTA INMENSA GOLOSINA TE VA A GUIAR AL LUGAR INDICADO....SINO QUE NOS VA A DEJAR BARADOS EN EL BARRO, ENTRE UNA PROPIEDAD CON VIBORAS Y PERROS MALOS Y UNA TRANQUERA QUE DICE: PROHIBIDO PASAR.
(PD: el comentario anterior era mio pero cuando lo leí encontre muchos typos, asi que lo volvi a subir)

PABLO U dijo...

Me gustaría poner una escuela de periodismo con especialización en golosinas. A ese muchacho Tomás le doy una beca porque no sabe un carajo.
... Y ud., se anotaría?

Saludos.

Belén dijo...

pregunta fundamental:

les gusta mas la vauquita cuando esta blanda o cuando viene mas duranga, en invierno, por caso?

Anónimo dijo...

Sí Pablo yo me anoto en tu escuela de periodismo especializada. En mía caso como título ya tengo haría un master en periodisomo de golosinas.
Amo el chocolote en todas sus formas, puedo matar por algo dulce....no podría hacer un ranking porque la elección sería muy díficil. Supongo que los Habannet, los alfajores Capitán Del Espacio, las Bananitas Dolcas y los Terrabussi estarían en los primeros puestos

Evangelina

P.D Casi simultaneamente escribí en mi blog un texto sobre alfajores. Juro que no había visto tu posteo. ALCOYANA- ALCOYANA

Anónimo dijo...

Se escribe Havannet.
Que me saquen el título si es necesario.


Evangelina