10 de junio de 2008

"LA PELUQUERIA SE LLAMABA SARANDI"


Me encontré en la calle con Ana, la mujer de Lito, mi peluquero. De alguna manera alguien le avisó, entró a mi blog, y leyó lo que puedo considerar el texto más leído de mi vida. Me dio un abrazo fuerte y me dijo gracias con lágrimas en los ojos.

Se imaginarán, yo estaba totalmente sorprendido. Y sin que mediara otra palabra, ella pronunció textualmente la frase que usé para el título. "Antes había un cartel", aclaró además.

Con esto, le doy fin a una discusión larguísima con mis amigos, que decían que la peluquería se llamaba "La Tijerita loca". Yo (valiéndome sólo de la lógica), contra todos ellos. Aunque corresponda, no voy a caer en el facilismo de hacerles un corte de manga. En cambio me voy a dirigir a uno en especial. Querido Matías: Cuando las verdades son relegadas por tantos años se presentan con una fuerza fuera de lo común. Te voy a perdonar el apellido porque tampoco me interesa que un barrio entero te señale por la calle, me basta este blog como tribuna para acusarte de ser el gran divulgador de una mentira que duró tantos años y que se derrumbó por fin ayer a eso de las cuatro y veinte.
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Próxima entrega: Arte de vivir solo (II)
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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querido Pablo: Tus argumentos son tan débiles como incomprobables. Yo jamás puse en duda ni en discusión el viejo nombre de la peluquería "La tijerita Loca". Se llamaba así. El solo echo de que varias personas que no tenían contacto entre sí, alguna vez hayan pronunciado la mágica frase “Yo me corto en la tijerita loca”, debería haberte servido como prueba irrefutable, pero no fue así. Yo no sé si es tu alma de Refutador de leyendas la que te lleva a inventar anécdotas de esta índole, a manipularlas o a cruzarte con Ana’s.
De todas formas, haciendo algún esfuerzo y tomando tu historia como verdadera, es bastante obvio que la mujer del peluquero luego de leer mi comentarío y su posterior remate, sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de llevarme la contra y es bien sabido que el nombre lo había puesto Lito, espíritu indomable, a ella nunca le gustó.
Dicho esto, agarro mis escobas penduleantes y me retiro con la dignidad intacta, la conciencia tranquila, la memoria en formol y los rulos en dirección Noroeste.
Un abrazo, uno solo.

P.D.: ¿Sarandí? Todos sabemos que lito jamás.

Princesa Turquesa dijo...

...que Lito jamás qué...?, pucha, qué intriga!

PABLO U dijo...

No puedo creer que no te rindas. Lo tuyo, amigo mío, ya es patológico...

PD: Jamás qué?

Anónimo dijo...

Dado que al intentar impregnar mi prosa de un modernismo incomprendido he quedado como un imbecil, es pertinente aclarar la frase: Que un espíritu revolucionario como el suyo, jamás le pondría ese nombre a su templo capilar.
Gracias.

vero dijo...

Que loco!!El debate que se genero.
Que lindo que la señora de tu peluquero halla leido tu post o se lo hallan comentado.La verdad era muy lindo.
Estoy esperando ansiosa la segunda parte de 'el arte de vivir solo'.

Anónimo dijo...

La peluquería se llamaba así, es verdad , ahora lo recuerdo, por el lugar de donde era Lito , ojo, Sarandí en Uruguay.
Besos
Tu madre
pd:
Tomá Matías! Calenchu!

Anónimo dijo...

Yo le creo a Matias

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EVANGELINA dijo...

PABLO: Cómo era eso de......

Como blogger te voy a dar un consejo: no te comentes tus propias notas. El blogger no charla con la gente común.