4 de agosto de 2008

EL BAJO QUE NO PERDI

Creí que había perdido mi bajo. Lo busqué por toda mi casa, que no es muy grande. Lo fui a buscar al auto y en el camino recordé que está en la casa de mi mamá. Pero fueron dos minutos más o menos que lo creí perdido, y en ese tiempo pensé que no sé si tengo una foto con él, que hace mucho que no le cambio las cuerdas, en fin, en "lo bueno que era".
Uno de los más lindos temas de Spinetta se llama "Tema de Pototo" (para saber cómo es la soledad) y fue compuesto durante el tiempo que duró la falsa noticia de la muerte de un amigo suyo. Y justo hoy me pasa esto a mí, digo justo hoy porque ayer soñé que me querían robar el saxo de mi amiga Ayelén y que yo casi arriesgaba mi vida para defenderlo.
Ahora que estoy más tranquilo, escribo esto para pensar en el vínculo que se puede tener con un instrumento musical, en que es tan fuerte quizá porque se toca apretado contra el pecho, cerca del corazón que le marca el pulso. Pienso en él como un hermano de madera. Y pienso en las cuerdas, que antes me lastimaban las yemas y que ahora me aceptan.

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8 comentarios:

vero dijo...

Que fea esa sensacion de haber perdido algo que uno quiere.Creo que en ese instante uno piensa porque no lo cuido como deberia haberlo hecho.
Menos mal que no lo perdistes,pero ahora mas que nunca cuidalo!!!.Saludos.

Tomás dijo...

Qué suerte que no perdiste el bajo.

Sino, con qué mierda venías a ensayar el viernes?

abrazo

Anónimo dijo...

Las personas en general, y los hombres en particular, valoran lo que ya no tienen, o creen haber perdido. Espero que esto te sirva de lección. Cuidá mientras todavia lo tenés.
besos
Tu madre(Más madre que nunca y dando lecciones de vida)

AYE dijo...

Todos te aconsejan por tu bajo que no perdiste. ¿Y mi saxo? Los sueños muchas veces son reveladores o sirven para prevenir cosas que se vienen. Que me lo roben a mí (o que lo pierda yo) es una cosa, pero si se va de tu departamento por cualquier motivo, te mato.
Un beso.

Anónimo dijo...

Una vez, cuando era chico y tenía pasión por la guitarra (casi al punto de creerla mi única mujer), salió del ropero, ebria, donde descansaba desnuda para caerse sobre una de sus partes mas sensibles.
La reparación me costó tan poco, que fue ahi donde comprendí las diferencias entre una guitarra y una mujer.
Saludos.

Inés Lerda dijo...

me parece que nos debés una foto del bajo

Princesa Turquesa dijo...

Cenamos el viernes después del ensayo?, sino en calidad de manager-mejor amiga, le vendo el bajista a una banda que me lleve de gira...

Florencia K. dijo...

me la dejas picaaaaaaando!!!!
Te paso lo mismo con el cargador en cordoba...hasta que te llamamos para decirte: lo dejaste aca...vos ni sabias :P
me encnata que pierdas las cosas...en tan tuyo!! ojo..si vas a perder algo gorso como el auto o $$ avisame que yo lo quiero encontrar!