22 de abril de 2008

SUMO: MUSICA DEL JAPÓN


La palabra "bizarro" se está usando para muchas cosas, en reemplazo de "raro", "atípico", "extravagante" o para alguna obra de arte imposible de catalogar. Pero algo bizarro, en serio, es levantarse un domingo a las 9 de la mañana para ver peleas de Sumo en el Jardín Japonés.
Eso fue lo que hice yo.
Primero me confundí el Jardín Japonés con el Jardín Botánico, suerte que no quedan muy lejos uno del otro. Pero ahí me di cuenta de que fui varias veces al Jardín Botánico creyendo que era el Jardín Japonés. Incluso recuerdo una excursión en la escuela primaria donde nos llevaron al Jardín Japonés y era...el Jardín Botánico. Todas las confusiones radican en la infancia.

En este lugar, uno puede escuchar charlas sobre la inmigración japonesa, hacer cursos de bonsai o bien alimentar a unos peces que piden comida como si fueran perros.
Fui con la excusa de hacer una nota para una revista y ahora me pregunto si será ético que yo escriba esto acá antes de que salga la nota publicada... por las dudas no le digamos a nadie.

Es curioso ver en este deporte a tipos que pesan 100 kilos menos que los profesionales y que al final festejan comiendo empanadas. En Japón, los luchadores de Sumo profesional son como estrellas de Hollywood.
Pensando en la nota, traté de pararme cerca de los chicos chiquitos para escuchar qué preguntas les hacían a sus padres. Uno consultó por qué usaban pañales, seguro que lo voy poner. Ah, y el jefe de prensa se llama de apellido Miyagui, como el de Karate Kid, eso también lo voy a poner.

Hablé con un Irlandés de 18 años que estaba viviendo a Buenos Aires hace 3 meses y le pregunté por qué qué hacía esto. Y me contestó, balbuceando el español "Es que no tengo nada para hacer". Imagínense estar aburridos y levantarse un domingo temprano, ponerse una bombacha gigante y luchar contra un desconocido adelante de 100 personas. Nunca usé tan correctamente la palabra "bizarro".

Tengo que escribir 3000 caractéres y creo que ya me pasé. Voy a tener que ser más sintético. Es lindo el Jardín Japonés, tal vez vuelva para hacer el curso de bonsai.
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9 comentarios:

Mariano Przybylski dijo...

Muy buen relato!! Yo creo que vos podés ir a dar clases de bonsai, porque el de tu cocina es una obra de arte... bizarra.

Inés Lerda dijo...

Pablito, el chico que está en la foto pesa 50 kilos, no entiendo que hace ahí.
Si vas a hacer el curso de bonsai, avisame porque tengo un pinito en la terraza que hace como un año se murió pero yo, por las dudas, lo sigo regando. Quizá vos lo puedas salvar...

Anónimo dijo...

Lo más bizarro que hice por el periodismo fue llamar a todos los avisos del rubro 59 y grabar las conversaciones (sólo por la profesión y no por deporte) y también fui a un "Cabaret"; no porque estaba buscando laburo sino porque estabamos haciendo un informe sobre "sexo". La cosa que las minas nos querían matar porque se pensaban que le ibamos a serruchar el piso. Todas tenían nombres tales como Pamela, Yesica y aseguraban que ellas no eran prostitutas sino que se dedicaban a charlas con los clientes (sic). También recuerdo que terminamos encerradas con el dueño y la jefa de personal...y nos dió un porquito de miedo.
Con respecto a SUMO, el deporte nunca me gustó, pero la banda está entre mis favoritas.....antes había una cadena de supermecados SUMO, y como todo tiene que ver con todo actualmente muchos de ellos se transformaron en mercados chinos.
Por otro lado a mi viejo le decían el chino, por sus ojos azules razgados, característica que heredamos todos, pero el apodo solo mi hermano.Aunque mi tio Alfredo le decía "japonés".
No sé si el Sumo es de chinos o japones o ambos.
Cuando era chica practiqué Kung Fú...y ahora que no tengo trabajo voy a volver al bulo capaz consigo alguien con quien charlar.
No obstante lo cual me sigue gustando el cabaret.

Evangelina

Florencia K. dijo...

Querido empleado (jajaj)
Cada dia me soprende mas tu capacidad retòrica. Debo admitir que no me equivoque en decidir ser si Sra. editora (jaja)
Hablando posta...MUY GRACIOSO que siempre hayas pensando que botanico era japones...igual PARA MI TE OLVIDASTE CUAL ERA CUAL...
Poniendome en el lugar de los pibes o em preguntaria: LOS GORDOS DE SUMO QUE NO USAN CALZA COMO SOSTIENEN LOS HUEVOS CON ESE PAÑAL...NO SE PASPAN?? O LOS AUSPICIA DR. SELVI???

Princesa Turquesa dijo...

Al Jardín japonés hay que ir comer sushi (o a hacerle 1 nota a Natalí Doreski antes de que se fuera a jugar a Holanda)

Anónimo dijo...

Llore de la risa (literalmente, con lagrimas)

Anónimo dijo...

Primero:
Quiero desagraviar a nuestra humilde escuela primaria. ¿Por qué esas dedicadas maestras nos llevarían engañados a un lugar que queda a dos cuadras del sitio real? No tiene sentido.
Segundo:
Estoy pensando en el gran negocio que es el jardín japonés! Entramos pagando, compramos su comida con un gran recargo y con el poco dinero que nos queda alimentamos a sus peces!
Estoy pensando seriamente en poner un expendedor de alimento en la puerta, para que la gente que pasa les dé de comer al loro, las perras, las palomas, los peces, etc. Sería rica…

Marina.

Anónimo dijo...

A mí me parece que la confusión viene de la que suscribe, es decir,tu madre quien jamás pisó el jardín japonés ni probó el sushi en su vida.Aunque me emocioné viendo "El último samurai" no creo que cuente. Es posible que tu educación haya carecido de la cultura oriental, a no ser por esa época en que practicaste ese arte marcial que no recuerdo el nombre... o ése era tu hermano? Ves? Es culpa mía.

Aereal dijo...

Un amigo americano, ahora nacionalizado mendocino, como a él le gusta decir, eligió la argentina para radicarse. A sus casi 70 años, vendió todo en su New York natal y, previo viaje de sobrevuelo y elección, se instaló en Mendoza.

Le ayudé a comprar su casa, encargar sus muebles y, en cierta forma, insertarse en una sociedad que no es de las más fáciles para hacerlo.

Lector empedernido y, principalmente un gran conversador, Edward no pierde un día de su vida tratando de entender a esta gran patria (peronista, lamentablemente) y sus entretelones políticos y sociales.

LLegó a la argentina sin hablar una palabra de español y hoy, 3 años más tardes, su fluidez poco fluida sorprende un poco.

Le gusta viajar y experimentar.
hace poco tiempo fue a Catamarca y, desde el lugar, me llamó al celu para decirme que había rebautizado la provincia:

Aereal, you know that you already have Tierra del Fuego, right? well you know have, instead of Catamarca, Tierra del Feo!

ingenioso! me pareció. Principalmente para un viejito de 70 años que, de viejito, no tiene nada.

Pero eso no fue todo.
Cuando el conflicto del agro-gobierno se desató, yo estaba de viaje fuera del país en un viaje de negocios. Cuando llegué y nos juntamos a comer me dijo: Aereal, I have a new name for our country: This is not Argentina any more it is now: BIZARRGENTINA