Uno. Tus compañeros tienen nombres raros que nunca escuchaste.
Dos. Los chistes que hacés en clase hacen reír a los profesores pero no a los alumnos.
Tres. Para ver los horarios te tenés que parar muy cerca de la cartelera.
Cuatro. En el recreo no bajás al bar para no tener que volver a subir tres pisos por la escalera.
Cinco. Te importa más aprender que aprobar.
Aclaración: que uno descubra que está viejo para estudiar no significa que deje de hacerlo. La intención de este artículo no es desalentar el esfuerzo sino sintetizar cinco rápidos pasos para ubicarse en la realidad.
Puro cuento
Hace 6 años.
5 comentarios:
Habría que pensar que quizás vos no estás viejo para estudiar, sino que ellos están muy jóvenes...
Antes que nada me flasheo el reloj. Soy ignorante en caracter de nuevas tecnologías; no entiendo de blogs, ni pen drivers, ni mp3, ni dvd o afjp. Hace como 5 minutos que me colgué mirando como pasa el tiempo, además de intentar poner un comentario para todo, pero veo que no se puede.
Si de ser viejo se trata, yo puedo dar un clase teórico/práctica de ello. Cuando salgo ya nadie me pide documento, si salgo a algún barcito un sábado me siento como Arnold Swzzeneger ( o como se escriba) en Kinder Garden. Sigo sacando campo cuando voy a recitales pero me quedo en el fondo y no puedo saltar y cantar más de dos temas seguidos. Y lo pero no es que algún niño insolente me diga " Señora me dice la Hora" por la calle...lo peor fue que me aumentó la prepaga el 50% por dejar de pertenecer al plan joven. Por suerte la naturaleza se apiada y no aparento mi edad, pero la procesión va por dentro.
EVANGELINA
Yo me anoto en cursos solo para mirar señoritas
random
Yo estudié de grande, más grande que vos, nene.
Está bueno que uno sabe un montón de cosas más que los demás solo por haber estado ahí y no por haberlo leído o estudiado. Pensalo.
Tu madre
yo si sigo a este paso voy a sentirme asi...
magdalena
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